Espiritualidad

(Artículo publicado en Agosto de 2010 en el "Xornal Mariñán")

Hace por lo menos ya una semana que Fernando me llamó al teléfono desde Navarra, me comentaba que en un par de días partiría a Fondjouan (Francia); allí se celebra el Festival Internacional de Kundalini Yoga; y me pedía si por favor me encargaba de escribir el artículo que mensualmente el mismo redacta aquí. En el momento no supe que responder, pero tras un momento de reflexión contesté que sí. Reconozco que así como a veces hago con otras cosas fui mentalmente a través de mil excusas posponiéndolo, hasta este exacto instante en el que me encuentro con la temible hoja en blanco. Recientemente leí que nuestros miedos hacen que nos colapsemos ante ocasiones varias que nos presenta la vida, pero recuerdo la frase de una canción “fiz do medo meu amigo”; el mismo que por otra parte ayuda a superarte y a traspasar la barrera que una misma se impone. En este caso y mientras tecleo, obedezco a mis ganas de expresaros aquello que yo entiendo por espiritualidad, esa palabra que provoca atracción, rechazo y/o curiosidad. Aunque es verdad que las palabras limitan, minimizan y acotan el significado de algo tan amplio.
La espiritualidad huye de conceptos, se huele, se palpa, se escucha, se siente, se EXPERIMENTA!!! Y está en todos y todo, en nuestro día a día, en cada segundo de conciencia y amor de nuestras vidas. Curiosamente en la antigüedad se asociaba a la fuerza que el aire pudiera ejercer sobre las velas de un barco, y me encanta esta definición! Nuestro barco es el cuerpo, el prana; la energía vital entrante es el espíritu, el aliento de vida. En cada inhalación y exhalación, en cada pensamiento consciente, en cada palabra, en cada acción tenemos que imprimir el sello del espíritu.
La espiritualidad hace parte de nuestra vida cotidiana, cada actividad en nuestra vida es una oportunidad de expresar al espíritu.
Espíritu es la capacidad de inter-relación que todas las cosas guardan entre sí, la vida consciente, abierta al Todo, libre, creativa, marcada por la amorosidad y el cuidado, eso es concretamente el espíritu humano. Vivir es con-vivir y todo un hermoso aprendizaje, no podemos dejar de estar conectados, aún queriéndolo. Somos parte de un Todo, cada situación, cada persona que encontramos a lo largo de nuestra vida es otro Yo, un espejo de nosotros mismos y cuando nuestra comunicación se realiza a través del corazón y de la compasión todo fluye, se desintegran barreras, se abre el canal y ocurre el milagro.

Sat Naam. Un abrazo
Alicia Rivela